¿NOCHE DE PAZ canta sobre un mundo que no es realista? (#3)

En los dos primeros blogs quería indicar la dirección para los siguientes blogs.

Hoy: una mirada al primer verso.

La versión común en español no es auténtica con el original en alemán, que sería literalmente esto:

¡Noche tranquila! ¡Noche santa!
Todo está dormido, solo vigila, la pareja sagrada,
ameno niño de pelo rizado,
¡Duerme en paz celestial! 
¡Duerme en paz celestial!

¿No canta este verso de un mundo lindo y perfecto, fuera de la realidad?

El trueno de los cañones de las guerras napoleónicas apenas se ha apagado,  el país se está muriendo de hambre después de las devastadoras pérdidas de cosechas, Joseph Mohr solo en Mariapfarr en el Lungau, lejos de sus amigos de la ciudad de Salzburgo, solo, sin familia, anhelando el amor, solo como joven sacerdote con sus ideales de teología. Allí Joseph Mohr encuentra palabras tan tiernas que irradian tanta armonía… ¿No ve la cruel realidad que le rodea? ¿Quiere huir de ella?

¡Joseph Mohr ve el mundo detrás de la „realidad“! La miseria, la desesperación, el hambre, la muerte no lo son todo. ¡La vida detrás cuenta! 

„Duerme en paz celestial“ – canta de tierna seguridad, como un niño que, con toda su fragilidad, se siente seguro en los brazos de su madre. Esta es la confianza, el consuelo en la peor catástrofe. Un consuelo – sin lamentar el sufrimiento! ¡En la paz y la tranquilidad de la familia, es donde la vida pasa! ¿No es ese quizás el secreto que nos conmueve tanto en NOCHE DE PAZ?

En la iglesia parroquial de Mariapfarr, donde Joseph Mohr escribió Noche de Paz como un poema, hay una pintura del siglo XV que representa el homenaje del Niño Jesús por los Magos del Oriente. El niño Jesús, con el „cabello rizado“. Creo que Joseph Mohr contempló esta pintura largo y tendido. Fué entonces cuando apareció la „pintura“ detrás: Sabios de tierras lejanas, de culturas distantes, de un mundo totalmente diferente, se arrodillan en reverencia ante un niño al que adoran como a un rey.

Joseph, el padre adoptivo del niño, mira escépticamente desde detrás de un poderoso muro, como diciendo: „¿qué quieren allí? 

Lo puedo entender. A nosotros, del mundo establecido, nos gusta escondernos detrás de muros sólidos y seguros. ¡Pero la vida se realiza fuera de los muros, expuesto al mundo real. Mohr lo ha comprendido.

No quieres cerrar los ojos ante las crueldades del mundo, ¿verdad? Está bien, pero si sólo ves las cosas malas, te quedarás detrás de los muros como si estuvieras encerrado y la vida te pasará de largo y te dejará enfadado y triste. La confianza y la consolación quedarían enterradas. Entonces NOCHE DE PAZ se convertiría realmente en un kitsch no mundano.

Más sobre esto en el próximo blog, cuando veamos más de cerca el segundo verso.

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